Los niños comparten…

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Lo prometido es deuda, así que continuo con las Constelaciones Familiares de Bert Hellinger.

Dice un proberbio chino:

El que no conoce su aldea de origen jamás encontrará la aldea que busca.

Todas las familias poseen una fuerte homogeneidad interna, da lo mismo si se ve desde afura o si sus integrantes lo saben o sienten.  Los hijos comparten las cargas y energías de sus familias.  Por ello,  la familia es un sistema en el que rigen leyes y ordenamientos.

Los ordenamientos  son en parte el origen de muchas desgracias que ocurren en las familias.  Si son percibidos y respetados, son fuente de energía y paz interior.  Durante las constelaciones familiares se encuentran muchas veces soluciones para que estas desgracias desaparezcan.

El vínculo con la familia

Todos nosotros estamos vinculados profundamente con nuestras familias, nuestros padres, hermanos y antepasados.  Por ejemplo, alguien dice que se separó de sus padres y sin embargo sigue perteneciendo y compartiendo las cargas, sentimientos y destino de la familia.  Los vínculos conla propia familia, sus semejanzas y cosas en común van mucho más allá de lo que podemos percibir normalmente.

Juanita (otra vez Juanita) estaba muy contenta cuando hace siete años encontró un puesto de trabajo en otro estado de la república.  Juanita o se lleva bien con su familia, especialmente con su madre.  Solo llama a casa por deber y estas llamadas la ponen nerviosa.  ¡Nada ha cambiado desde su niñez!  Una vez trató de hablar con su madre al respecto para explicarle todo lo que ella no tuvo como niña, pero su madre no quiso entenderla y se enojó.  Cuando Juanita va a su casa en navidad, regularmente hay problemas y discusiones desde el primer día y termina saliendo enojada de la casa paterna.  Sólo se comunica telefónicamente con su hermana de vez en cuando.

Contradictorio, ¿no se separó acaso ya de sus padres y vive una vida independiente y libre? Juanita tiene el sentimiento de haber dejado atrás y junto al nido las cáscaras de huevo de su familia.  También se ha jurado a sí misma jamás ser como su madre.  ¿Es posible que sea todavía en el fondo una parte de la familia?

Normalmente creemos que sólo los parientes que conocemos, queremos o despreciamos tuvieron influencia sobre nosotros y son importantes.  Más allá de esto hay vínculos invisibles e imperceptibles conlos miembros de nuestra familia, los conozcamos o no.  Incluso no es necesario que hayamos escuchado alguna vez acerca de ellos.

Así es como Juanita se encuentra unida a sus hermanos, a sus padres, a sus tías y tíos, a sus abuelos y a sus antepasados.  El conocimiento de que todas estas personas pertenecen a la gran familia es el resultado del trabajo que ha realizado Hellinger desde hae años con las constelaciones familiares.

El paso de una familia a través de las generaciones es comparable a un elemento móvil.  Cuando una de las partes se desequilibra, aparece una reacción acorde en otra.  Así se establece nuevamente el equilibrio.  Los hijos sonlos miembros que se ponen al servicio del equilibrio.  Ellos toman todas las energías del sistema para qu ela familia como sistema total encuentre nuevamente el orden.

Todos los contenidos reprimidos por los miembros de la familia no se desvanecen en el aire.  Ellos rondan como fantasmas en el sistema familiar.  A esta categoría pertenecen los sentimientos que nunca pudieron ser expresados, los miembros que injustamente fueron excluidos y la culpa que alguien carga sobre simismo. Los recién llegados, es decir los hijos, perciben las energías, las guardan y las viven.  De esta manera se encuentran entramados con sus antepasados y así retoman sus puntos de vista, sentimientos y destinos.

Sin embargo no todos los hijos se encuentran vinculados de la misma manera a sus antepasados, por ejemplo:  un hijo está más vinculado con una tía, el segundo con el tío y el tercero con la abuela.  En primera instancia los varones se identifican  con los miembros masculinos de la familia, mientras que las niñas lo hacen con sus pares.  El hijo único tiene una carga muy pesada si hubo en el pasado de la familia muchos destinos trágicos.  O cuando en una familia ha habido solamente hijos varones y una tía tuvo un destino trágico:  de esta manera un joven se encuentra vinculado a una mujer.  Esto provoca que el joven esté inseguro acerca de su propio sexo.  Lo mismo ocurre en el caso contrario.

Estas energías condicionan subliminalmente el desarrollo, a los puntos de vista y a los sentimientos.

Nos seguimos leyendo…